• Ikusi makusi
  • Veo veo
  • I spy with my little eye
Veo veo

This website is frozen and will not be updated more.
From now on the new information will be published at ikusimakusi.eus.

2015/12/31

Tag Archives: Literatura

Nómada

2009(e)ko agostok 30 2:46 / 6 comentarios / Txopi

marca-páginas
Imágen original

Esta primavera, mi compañera ha estado de Erasmus en Suecia y cuando fui a visitarla le regalé este marca-páginas con una poesía que escribí para ella en el taller de escritura creativa de Udondo. Calculé que el marca-páginas tuviese 16 centímetros de largo y 4 centímetros de alto, lo que a una resolución de impresión de 300 puntos por pulgada (ppp) equivale a 1890×472 pixels.

El barco de vela lo dibujé mediante Inkscape y los textos los introduje mediante GIMP. Por si a alguien le pudieran resultar útiles, aquí están los ficheros con las fuentes:

svg
nomada.svg (4 KB)

xcf
nomada.xcf (171 KB)

¿A alguien le ha gustado la poesía? :-D

/ Etiquetado: gimp, literatura, suecia, SVG, udondo

La máquina duplicadora de panes

2009(e)ko juliok 28 21:22 / 1 comentario / Txopi

Nube de palabras generada a partir del propio texto
Imagen generada mediante Wordlet

Inspirado por este texto, que probablemente esté a su vez inspirado por esta entrevista a Richard Stallman, en un ejercicio del taller de escritura creativa de Udondo Gaztetxea, escribí lo siguiente. El tipo de ejercicio se llamaba “escritura dramática”, es decir, teatro.

1ª escena (Despacho del alcalde)

Alcalde: Pase.

Panadero: Buenos días señor alcalde.

Alcalde: Pancracio, ¿a qué se debe su visita? Le veo muy alterado.

Panadero: Verá señor alcalde, ¡hoy ha pasado algo realmente horroroso!

[El alcalde se levanta y va junto al panadero.]

Panadero: Es algo monstruoso… No se lo va a creer.

Alcalde: Vamos Pancracio, sabe que puede confiar en mi.

Panadero: Ha sido Juan, el mecánico. Esta mañana vino a la panadería con una máquina que acababa de inventar. ¡Algo terrorífico!

Alcalde: Dios mío, ¿qué ha hecho esta vez ese jubilado loco?

Panadero: Pues una locura señor alcalde, una locura. Ha inventado una máquina duplicadora de panes.

[Se hace un silencio durante unos segundos]

Alcalde: ¿Y eso qué es?

Panadero: Verá, es una pequeña máquina que se conecta a cualquier enchufe. Se introduce una barra de pan por un extremo y salen dos barras exactamente iguales por el otro. ¡Es mi ruina!

Alcalde: ¿Pero entonces no hace falta ni harina, ni horno, ni nada?

Panadero: Exacto. ¡Ni panadero! Y el inconsciente del jubilado me lo ha traido como si fuese un regalo. Pero vamos a ver: si con esa máquina se puede abastecer de pan a todo el pueblo sin ningún esfuerzo, me iré a la ruina. ¿Quien va pagar por mi pan si lo puede conseguir gratis?

Alcalde: Vaya, esto es un tema serio…

[El señor alcalde se sienta en su silla y pulsa el interfono.

Alcalde: Marisa, venga por favor.

Secretaria: Ahora mismo señor.

[La secretaria entra por la puerta.]

Alcalde: Marisa, vaya a buscar a Juan Ochoa. Dígale que estamos Don Pancracio y yo esperándole en el ayuntamiento. Dígale que es muy urgente y que venga inmediatamente.

Secretaria: Sí señor alcalde.

Alcalde: Dígale que es por ese terrible invento suyo: la máquina duplicadora de panes.

Secretaria: ¿La máquina duplicadora de panes?

Alcalde: Vamos Marisa. Sé que siempre escucha por el interfono. Venga, vaya. ¡Corra!

[Ella sonríe y sale corriendo del despacho.]

2ª escena (Despacho del alcalde)

[La secretaria y el jubilado entran en el despacho. La secretaria se queda junto a la puerta. El alcalde se coloca entre el jubilado y el panadero.]

Alcalde: Vamos a ver. Tenemos que arreglar este asunto cuanto antes. Además, luego tengo una comida muy importante en el restaurante de la Plaza Mayor con los comerciantes de la mancomunidad.

Jubilado: Señor alcalde. He inventado una máquina maravillosa. Y quería regalársela a Pancracio.

Alcalde: Sí, estoy al corriente. El panadero y yo hemos estado hablando un buen rato y soy consciente de lo que su máquina implica.

Jubilado: Señor alcalde, yo…

Panadero: Cállese señor Ochoa. ¿Acaso no se da usted cuenta de la gravedad del asunto? Por su culpa mi trabajo está en peligro. ¿No tiene más duplicadoras de panes verdad?

Jubilado: No. Pero estoy terminando otra duplicadora. Lo que ocurre es que esta duplicadora no es de panes, sino de las propias duplicadoras de panes.

[El jubilado sonríe satisfecho y el panadero se le echa encima. El alcalde los separa.]

Alcalde: Señores. Compórtense.

Panadero: ¡Está loco! No sólo quiere dejarme sin trabajo a mi, sino a todos los panaderos del mundo. ¿Y después de la duplicadora de panes y de la duplicadora de duplicadoras que vendrá?

Jubilado: La duplicadora universal. Una máquina capaz de duplicar cualquier objeto, incluso a si misma.

[El panadero se sienta y se pone a llorar. La secretaria se acerca a consolarle.]

Alcalde: Tranquilícense por favor. Esto es un asunto muy serio. Esto es un asunto muy serio.

[El alcalde se queda quieto y repite la misma frase una vez más, mientras se deja caer sobre su asiento.]

Alcalde: Esto es un asunto muy serio…

Jubilado: ¿No se dan cuenta? Con la duplicadora nadie volverá a pasar hambre. A nadie le volverá a faltar de nada.

Alcalde: No. El que no se da cuenta es usted. ¿Qué pasará con nuestro pueblo? Primero se quedará sin trabajo el panadero, luego el frutero, luego el herrero… y así todos. ¿Quién irá a la taberna si con una botella puede sacar tanto vino como para vivir el resto de su vida borracho? El pueblo se derrumbaría.

Secretaria: ¡Dios mío! El mundo entero se colapsaría.

Jubilado: Por favor, escúchenme. La máquina que voy a construir es fabulosa. La escasez de medios materiales pasará a la historia. Y los primeros beneficiados seremos nosotros, todo el pueblo. Y después la toda la humanidad.

Panadero: Está usted loco. ¡Maldito jubilado chiflado!

Alcalde: Usted es peligroso. Por culpa de sus ideales radicales y de su ingenuidad, quiere poner en peligro a toda la sociedad.

Jubilado: Marisa, ¿a usted no le parece que la máquina duplicadora universal es una aportación histórica?

Secretaria: No sé señor Ochoa… Sólo sé que esto me da miedo, mucho miedo…

Jubilado: Por favor, tienen que comprenderlo.

Alcalde: Está bien. Ya sé lo que vamos a hacer. Don Pancracio, el ayuntamiento le compra a usted esa máquina infernal y aquí no ha pasado nada. El tema queda zanjado.

Jubilado: ¡Me niego!

Panadero: No sea usted egoista, ¿es que quiere más dinero?

Jubilado: No es por dinero. Este invento no debe acabar en el sótano del ayuntamiento. Lo tiene que conocer todo el mundo. Será un punto de inflexión en la historia de la Humanidad. Todo va a cambiar.

Panadero: ¡Basta! ¡Cállese! Lo que va a lograr es arruinar a toda la humanidad.

Jubilado: No, no me callaré. Mañana mismo construiré la máquina duplicadora universal. Y la duplicaré y la duplicaré y …

¡PUN!

[El alcalde ha sacado una pistola de su escritorio mientras el panadero y el jubilado discutían. Se ha puesto detrás de Juan Ochoa y lo ha matado con un tiro en la cabeza.]

Alcalde: No he tenido más remedio que hacerlo.

Modificación (17/09/2009): Gracias a Julen Iturbe he sabido de esta pequeña utilidad que genera nubes de tags a partir de textos y se me ha ocurrido ponerle una especie de carátula a este artículo :-)

/ Etiquetado: literatura, taller

El planeta Tres (continuación)

2009(e)ko marzok 19 21:33 / / Txopi

Tras la primera parte del relato colectivo en red que hicimos en el taller de escritura creativa de Udondo Gaztetxea, el otro día, hicimos una segunda parte.

Bubu nos dijo que a partir del micro-relato que escribió cada uno el día anterior, escribiésemos otro que tuviese un punto de unión con el anterior. De esta forma, estos segundos textos ampliarían la red que conforma el relato colectivo sobre El planeta Tres.

Como Jarel no vino ese día, pero Diana en cambio sí, acordamos que Diana escribiese un micro-relato con un punto de unión con el texto que escribió Jarel en la primera sesión. El resto escribimos un micro-relato con un punto de unión con nuestros propios textos de la sesión anterior.

Al de un rato, leimos en alto lo que cada uno había escrito:

Micro-relato de Diana:

Al principio sólo llamaban a los pelirrojos. ¡Mierda! Yo era todo menos pelirrojo.

Luego a los que medían más de 1,72 cm. De nuevo me quedaba atrás.

Intenté no desesperarme, tal vez más tarde salvarían a los bajitos, ¿todo nuevo planeta necesita bajitos que no sean pelirrojos no?

El meteorito se acerca. Se acerca. Se acerca y nadie puede hacer nada para evitarlo. Me asfixio. La espera me asfixia; miro el reloj Lunar, sus agujas nunca pesaron tanto.

Pasa otro día.

El meteorito se acerca. Se acerca. Se acerca y nadie puede hacer nada para evitarlo. No me van a llamar, lo sé. Esa afirmación ya no me aterra tanto, prefiero agarrarme a la certeza de que voy a morir, que seguir esperando a que me llamen o desear ser pelirrojo. ¿Qué se supone que debe hacer uno cuando sabe que va a morir?

El meteorito se acerca. Se acerca. Se acerca y nadie puede hacer nada para evitarlo.

Micro-relato de Bubu:

Lei y Net tuvieron a su única hija el mismo día en que Planeta 3 viajó desde el sistema solar de Alfa Centauro, el más próximo al del sol, a Bellatrix, de la constelación de Orión. El portal abierto se motivó en que la destrucción de Tierra 2 afectaría también en Alfa Centauro.

La confirmación total del impacto del asteroide al Planeta 3 nunca se confirmó sobre ninguno de los dos cuerpos. Sin embargo, sólo la gente elegida para el cambio de mundo, con toda la tecnología a su disposición, abandonaron el sistema.

No supieron que pasó con sus familias en Tierra 2. Tenían coltán, medios y eran poca gente, menos de ocho millones de personas.
Net tenía contactos entre los gestores políticos nombrados y el saber le dolía. Lei se lo notaba, poco a poco, algo se le iba oliendo a pesar del espectáculo celeste que se vivía en Orión que alegraba sólo con mirar.

-Net, dime, que te pasa ahí adentro -Lei le habló cogiéndole por detrás.

-Hhhhh… -el hombre suspiró.

-Me lo puedes decir, ya sabes, sácalo de ti –dijo ella.

-De acuerdo – hizo una pausa-. ¿Sabes que han decidido? ¿Ellos, los que dirigen? -se enfadó.

-¿Qué? -tranquilizó ella.

-No contar lo que pasó con Tierra 2, que les abandonamos. Han decidido, a las generaciones que lleguen, decirles que huimos de un ataque extraterrestre. Además sin decirlo. Lo ocultarán.

-¿Cómo? -ella no daba crédito.

-Que huíamos de algo. A nuestra hija tenemos que engañarla y los nietos de nuestras nietas, jamás ninguno sabrá nada.

-Sólo espero que estarán bien aquí –dijo Lei abrazada a su marido-, espero que lo piensen.

Micro-relato de Julen:

¡Oye majo! Que hoy hemos quedado para desayunar. La electrizante y mecánica voz de aquel artilugio, le devolvió por un instante a algún lugar familiar. Aunque con el fuerte dolor de cabeza que arrastraba, era incapaz de poner sus neuronas en orden.

¿Que era aquello del Tresiano?, y lo más importante, ¿por qué estaba en la calle desnudo y hambriento? Corrió a un jardín intentando percatarse de que nadie le siguiera, pero no había motivo de preocupación, estaba solo, o eso creía.

Le observaban desde su nacimiento, nunca habían dejado de hacerlo. El profesor Tximista dio una orden: Cámara 3, que siga al sujeto. Preparando efecto de viento huracanado. Listo, gritó un operador.

Micro-relato de Virtxu:

A esto se dedicaban la mayor parte del tiempo los Tresianos, pues la vida discurría sosegada y feliz en este planeta de la galaxia Amón. Era un pueblo pacífico. Se alimentaban de coltán, mineral que componía todos los montes del planeta. No había escasez en ese sentido, y por eso no existía violencia entre los Tresianos, ni hacia habitantes del planeta de otras especies: los Pacori, con su dulce canto nocturno, o los Chilendres, habitantes de dichas montañas, que excavaban cuevas en su interior.

Todo transcurría, como hemos dicho, pacíficamente y sin sobresaltos. Los sentimientos negativos eran algo extraño para estos seres plateados. Jamás conocieron el miedo, por ejemplo. Jamás hasta el fin de la era post-soliana: la época de decadencia de los Tresianos.

Los primeros signos de miedo se manifestaron tras las noches de los avistamientos: siniestras luces poblaban el cielo del planeta, sin que los Tresianos las pudieran identificar.

Al cabo de un tiempo, aparecieron varios Chilendres muertos. Alguna de sus cuevas habían sido saqueadas y estos golpeados brutalmente.

Nunca lograron averiguar que estaba ocurriendo. La angustia, esa nueva dolencia que asoló el planeta, debilitaba los delicados campos de estos seres.

Por tanto, la población disminuyó rápidamente. Pero quizá fue lo mejor, teniendo en cuenta lo que las últimas generaciones iban a ver.

Micro-relato de Txopi:

-¡Silencio por favor! Vamos chicos, callaros un momento -dice la profesora con voz firme.

-¿Habéis entendido todos el funcionamiento de una mina de coltán? En el examen puede entrar desde el proceso de triturado hasta el proceso de fundido, pasando por el filtrado y el purificado del coltán. ¿Entendido?

El droide de ojos saltones de la primera fila levanta la mano. La profesora se acerca y con su voz sintética más cariñosa, le dice:

-Dime T6-R2.

El pequeño droide habla con su voz aguda e igual de sintética:

-Señorita, mis compañeros de cargador de baterías dicen que si los humanos no se hubieran cargado a todos los “terceros” del planeta tres, antes de darse cuenta de que el coltán lo generaban ellos, ahora ni siquiera haría falta construir las costosas minas de coltán.

-Si, es verdad. Eso es cierto. Pero también es cierto que gracias a que los humanos demostraron ser tan chapuceros, nos decidimos a cargárnoslos. Y así surgió nuestra gran Civilización Droide.

-¡Bien! ¡Hurra! -gritan contentos los pequeños droides.

NOTA: Quiero agradecer a Diana que se haya tomado la molestia de pasar a ordenador estos textos. Este artículo ha sido publicado gracias a ella :-)

Artículos relacionados:

  • El planeta Tres
/ Etiquetado: literatura, taller

El planeta Tres

2009(e)ko marzok 9 1:01 / / Txopi

El otro día en el taller de escritura creativa de Udondo Gaztetxea, hicimos un ejercicio llamado relato colevito en red. Entre los cuatro presentes ese día, acordamos un título sugerente, luego escribimos nuestros micro-relatos cada uno por separado y finalmente procedimos a leer lo que habíamos escrito. Tal y como esperaba Bubu, el profesor, los relatos tenías muchas cosas en común y podían leerse como diferentes parte de un mismo todo.

Tanteamos por donde había tirado cada uno a partir del título El planeta Tres y probamos a leérnoslos mutuamente en este orden:

Micro-relato de Jarel:

La tierra explotó en el año 2.825 de la era de Jesucristo. Para esa fecha ya habían emigrado cinco millones de personas a Tierra 2, el nuevo hogar.

Empezó una nueva era y un nuevo calendario, acorde con la Nueva Luna Artificial. Quinientos años después de haber colonizado Tierra 2, la población superó los diez millones; mil años más tarde casi llegaba a los treinta.

Han pasado cinco mil años desde que nuestros antepasados llegaron a este planera. Ahora somos cuatrocientos millones y un meteorito amenaza con destruir nuestro hogar.

Sólo podremos escapar unos ocho millons para colonizar un nuevo planeta. Dentro de unos días será el sorteo. No sé si moriré o si viviré para ver el Planeta Tres.

Micro-relato de Virtxu:

La reproducción en el planeta Tres no era una empresa fácil, ya que para la cópula eran necesarios tres participantes, uno de cada sexo (de los tres sexos existentes en el planeta).

Esto, por un lado, era una ventaja, porque permitía mantener aventuras de pareja sin ninguna preocupación en cuanto a concepciones indeseadas. Pero el acto sexual entre dos no era, ni mucho menos, tan sofisticado como el triádico. De todos era bien sabido esto.

Micro-relato de Julen:

Aquí abajo no se vive tan mal, se come cuando hay que comer, se ríe cuando toca reir, y no se habla nunca sin utilizar el 3. Un ejemplo: tres buenos días! Sería la forma de saludar en planeta 3.

Para vivir aquí hay que aprender el tresiano, idioma oficial de nuestra tierra. Si por el contrario, quisiera vivir en 5, 6, 7, 9, ó 16, tendría que inventáselo… bip… bip…

Entonces saltó aquel contestador…

Micro-relato de Txopi:

Algunas tardes, cuando el sol se pone y el cielo parece teñirse de rojo, viene a mi memoria el viaje que hice al planeta Tres. Fue una época de mi vida que me marcó mucho. Y no lo digo porque ciclo sí, ciclo también, se me mencionaba en los boletines intergalácticos, sino por lo que les hicimos a los “terceros”.

Aquellos seres confiados que reboloteaban por todas partes cada vez que una de nuestras naves entraba en su atmófera, no eran capaces de imaginar los planes que teníamos para ellos. Al contaminar su aire mediante una reacción química masiva, cometimos un genocidio planetario. Y todo simplemente porque estropeaban las máquinas de las minas de coltán. Todo por nuestro egoísmo…

El cielo del planeta Tres ya no es rojo, sino negro. Pero cuando veo estos atardeceres aquí en el planeta Dos, no puedo dejar de recordar aquel inolvidable viaje.

Micro-relato de Bubu:

“El Planeta Tres”, dijo el viejo a los niños mientras acariciaba su también viejo gato. “Apareció, dicen, de un portal en el espacio-tiempo, y se fue de la misma forma”. Los pequeños boquiabiertos trataban de imaginar un planeta vecino en el cielo. “Nuestros abuelos vivieron en el Planeta Tres y se trasladaron a éste, Planeta Cuatro, yo no había nacido”.

- Abuelo -dijo una niña-, ¿de donde venían? -el anciano sufrió en su interior un roto y respondió (muy) lentamente.

- No lo sé… y nunca lo sabremos. No lo dijeron, ni escribieron, lo ocultaron. Yo creo, Laia, que escapaban de algo tan malo que ni nombrarlo era lo mejor.

- Entonces estaremos bien aquí, abuelo -sonrió la niña.

- Sí -contestó triste el viejo.

¿Te parece que los cuatro textos pueden interpretarse como las partes de un mismo todo? ¿Te atreves a añadir otro/s micro-relato/s a esta red? Espero tus comentarios :-D

/ Etiquetado: literatura, taller

Diálogo de besugos

2008(e)ko mayok 11 20:20 / / Txopi

Desde hace algunos meses participo en un taller de escritura creativa en Udondo Gaztetxea. El otro día hicimos un ejercicio llamado “Diálogo de besugos”. Quien no sepa en que consiste este tipo de escritos, seguro que lo deduce leyendo este ejemplo :-)

Ana Concha: Buenos días Margari, ¿qué tal estás? Por cierto, me ha dicho el presidente que llevas meses sin pagar la comunidad.

Margarita: Hola hija. Pues sigo yendo al médico todas las semanas. Ya sabes, con estas edades…

Ana Concha: Sí. El del quinto B parece que tampoco paga, pero de él me lo podía esperar.

Margarita: Pues me ha dicho el médico que si no mejoro tendré que ir a rehabilitación.

Ana Concha: Si no paga todo el mundo su parte, no vamos a tener dinero para pagar la obra. Qué desastre.

Margarita: Ya, como son estas cosas. Cuando vivía mi marido, mi médico ni me conocía y ahora me paso el día allí.

Ana Concha: Pues el administrador dice que si la empresa de reformas nos pone una denuncia, la comunidad de vecinos tendremos que denunciar a los morosos.

Margarita: ¡Ahora que me acuerdo! ¿No me comentaste que el fin de semana pasado os ibais al pueblo y que dejabais a vuestra hija aquí estudiando? Lo digo porque el sábado por la noche vi subir a María con un chico muy raro. La verdad, tenía unas pintas…

Ana Concha: Mmmh, bueno. Te dejo Margari, que tengo hora con mi médico de cabecera. ¿Cómo se llamaba el tuyo?

Margarita: Al principio pensé que sería ese chico tan majo con el que solía ver a tu hija antes. Pero no. Era un chico con el pelo largo y un pendiente. Me dio bastante mala impresión, la verdad.

Ana Concha: Mi médico se llama el Doctor Arbulo. Es muy bueno.

Margarita: Concha, ¿qué me decías de la comunidad?

Ana Concha: Nada hija. Te dejo que llego tarde al ambulatorio.

Margarita: Vale. Dale recuerdos a María de mi parte.

Ana Concha: Claro, de tu parte. Bueno Margari, si no nos vemos antes, hasta el lunes que viene, que tenemos reunión de la comunidad. Hay que ir sin falta.

Margarita: Adios Ana Concha. Cuidate.

Ana Concha: Gracias Margarita. Adios.

/ Etiquetado: literatura, taller

Paulo Coelho piratea sus propios libros

2008(e)ko enerok 26 22:00 / 12 comentarios / Txopi

En la conferencia Digital, Life, Design recién celebrada en Munich, el escritor brasileño ha confesado que lleva tiempo publicando sus libros en secreto en redes P2P y que también edita un weblog llamado Pirate Coelho, donde también sube diversas traducciones de sus libros. Para dar a conocer esta web incluso la enlaza desde su blog oficial, donde se muestra él mismo vestido de pirata :-)

Coelho explicó a la audiencia como la circulación libre de sus libros en formato digital ha provocado una aumento de las ventas de los libros en formato papel. Explicó por ejemplo que al publicar la traducción al ruso de la novela “El alquimista”, sus ventas en Rusia subieron de unas 1.000 unidades al año, a 100.000 unidades.

Para este autor de varios best-sellers, es fantástico que los lectores tengan la posibilidad de bajarse tu libro y decidir si quieren comprarlo o no. Coelho aseguró que cree que los autores pueden seguir su ejemplo y regalar sus libros:

“Al final del día la gente lo va a comprar, porque esto les estimula a leer y eso a su vez, les estimula a comprar.”

Con este método, ha ganado cientos de nuevos lectores, pero no todo ha sido fácil. A pesar de las muy buenas experiencias que ha tenido cuando ha dejado descargar gratuitamente libros promocionales, las editoriales extranjeras siempre le han puesto pegas a la hora de regalar los libros.

“El problema, estaba en buscar la forma de sortear las leyes que me obligaban a conseguir el permiso de los traductores de mis libros si quería distribuir copias en otros idiomas.”

En la web de la conferencia hay un vídeo con la charla de casi dos horas que dio Paulo Coelho en Munich.

Si de esta forma se fomenta la lectura y la cultura de compartir, bienvenidas sean todas las iniciativas de este estilo, incluso aunque los autores ahora sólo se apunten con la esperanza de vender más.

Más información:

  • Best-selling author pirates his own books, gets thousands of new readers
  • Alchemist Author Pirates His Own Books
  • Paulo Coelho @DLD 08
  • Paulo Coelho se autopiratea ¡y vende más!

Otros idiomas: euskara

/ Etiquetado: literatura, p2p, propiedad intelectual

Navegación envío

1 2 Siguiente »

Comentarios recientes

  • paula en Criaturas mitológicas: ¿mito o realidad?
  • La magia de los números en Sestao | Veo veo en La magia de los números en Hackelarre
  • terence magee en Calendario de 2013
  • No es desprecio, es transformación | Mangas Verdes en Paulo Coelho piratea sus propios libros
  • Arantxa en Cultura libre en Mikelazulo

Entradas recientes

  • ikusimakusi.net –> ikusimakusi.eus
  • La magia de los números en Sestao
  • Espectacular encierro de la PAH en Barcelona
  • Estoy buscando trabajo
  • Calendario de 2013

Etiquetas

abc algoritmo anécdota aparatos barakaldo calendario canon digital cc0 charla cocina contenidos libres creative commons cultura libre decrecimiento diseño gráfico dominio público empresa gara gaur8 gimp gnu/linux hackmeeting humor leioa leyes libro literatura méxico música manifiesto matemáticas medios de comunicación meta mitología partidodeinternet política política 2.0 propiedad intelectual sgae software software libre SVG taller udondo upv/ehu
© Licencia copyright: ¡Ninguna! (dominio público)
Alojamiento: Sindominio
Tema Infinity por DesignCoral / WordPress